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Dirigentes políticos podrían colocar en el quirófano las patrullas socialistas, coloso ideológico perfilado por el presidente Hugo Chávez.
“Las patrullas socialistas son producto de la dinámica revolucionaria que a través de un proceso de actualización de instrumentos organizacionales probados en su conjunto como batallones socialistas, unidades de batallas electorales y otras formas para el combate político obligaron a nuestro máximo líder Hugo Chávez, a refrescar de nuevo la maquinaria socialista para enfrentar concurrentemente el escualídismo nacional a largo plazo”, afirmó Jesús Meléndez, miembro de la Autoridad Regional del Psuv.
Es así-asegura- como la faena socialista que ya tiene más de una década, ideológicamente exigió, debido a lo vertiginoso de los reacomodos oposicionistas, un cambio de velocidad en el cometido para generar operaciones diarias que coronen la obra revolucionaria; por eso, dijo, “debemos modelar una organización de masas y de cuadros que tendrá su abrigo en las patrullas socialistas y en la profundización de la escuela de cuadros; si esto no marcha como un reloj suizo, sería la última estrategia para seguir transitando el proceso revolucionario en paz, pues este tipo de organización representaría una indomable contención frente a posibles agresiones a mayor escala”.
Jesús Meléndez aclaró que algunos dirigentes políticos idean diferentes formas para mutilar los cambios profundos en las masas populares; quizás por desconocimiento, algunos, pero otros lo hacen intencionalmente para mantener cotos cerrados, sin importarle el proceso en su contenido y forma, sabiendo que estrangulan al poder popular. Estas dos formas para mutilar el avance, contestatario y propio de una organización revolucionaria nueva, atípica y anti-oligárquica como la nuestra que necesita más oxigeno para expresarse abundantemente, podría colocar en el quirófano las patrullas socialistas, coloso ideológico que perfila nuestro comandante presidente”.
Expresó que “la responsabilidad de todos los revolucionarios es avanzar aplicando las tres erre, con arrojo, sin miedo a los burócratas; pero facilitando la constitución de miles de patrullas socialistas que llenen las expectativas de la construcción del partido de la revolución y, para que sean ellos mismos, los militantes de abajo los que decidan quienes deben ser sus dirigentes y las autoridades del partido”.